La proliferación de herramientas para generar, almacenar,
transmitir y acceder a la información y la constatación de que la "materia
prima" más preciada en este momento es la propia información, generación de
conocimiento y capacidad para seguir aprendiendo a lo largo de toda la vida, han
llevado a conceptos como Sociedad del Conocimiento.
El impacto de la Sociedad de la Información sobre la Educación y
la Formación es directo:
"La educación y la formación serán, más que nunca, los
principales vectores de identificación, pertenencia y promoción social. A través de la
educación y la formación, adquiridas en el sistema educativo institucional, en la
empresa, o de una manera más informal, los individuos serán dueños de su destino y
garantizarán su desarrollo" (Comisión Europea, 195: 16).
Al mismo tiempo que se destaca el importante papel que el
conocimiento y el aprendizaje tienen en la Sociedad de la Información, se resalta la
importancia del aprendizaje a lo largo de todo el proceso vital, diferenciándose
dos fases en este proceso:
- Una primera fase centrada en la adquisición de una cultura general, que sea un
instrumento para la comprensión del mundo, y la base en la que se sustenten futuras
especializaciones y aprendizajes, y
- Una segunda fase en la que se debe producir un acercamiento entre las instituciones
formativas y el mundo profesional (empresas, organizaciones, etc.), con el fin de
desarrollar aptitudes para el empleo y la actividad profesional.
El primer informe del Foro de la Sociedad de la Información
(1996) es claro al respecto:
"La Sociedad de la Información debe convertirse en la
'sociedad del aprendizaje permanente', lo que significa que las fuentes de educación y la
formación deben extenderse fuera de las instituciones educativas tradicionales hacia el
hogar, la comunidad, las empresas y las colectividades sociales. Las profesiones de la
enseñanza necesitan ayuda para adaptarse a la nueva situación y aprovechar plenamente
estas nuevas posibilidades" (Foro de la Sociedad de la Información, 1996: 7).
Están surgiendo nuevos trabajos y aumentando las profesiones
vinculadas a la información y el conocimiento que precisan emplear herramientas de las
TIC. Los profesionales necesitan adaptarse continuamente a los cambios y avances
producidos en la Sociedad de la Información, por ello, resulta imprescindible que se
articulen medios de formación continua, adaptados a las necesidades de los profesionales
-horario flexible, tiempo reducido, imposibilidad de desplazamiento, etc.-. El uso de las
TIC en los cursos de formación profesional continua permite atender a estas necesidades y
se está desarrollando un tipo de formación a distancia denominado
"teleformación" que utiliza las nuevas tecnologías como nexo de unión entre
los alumnos, los contenidos y los formadores. El resultado es una formación a la carta,
en cualquier lugar y momento. El estudio financiado por FUNDESCO (1998) sobre las
condiciones de la teleformación es una obligada referencia para profundizar en esta
modalidad formativa.
Desde el punto de vista organizativo, se podría hablar del Paradigma
de la Gestión del Conocimiento, el cual trata de promover el valor del conocimiento
real y potencial de los miembros de la comunidad educativa, estableciendo vías de
comunicación que posibiliten un mejor entendimiento y posible colaboración tanto
internamente como con otras instituciones externas. Las tecnologías de la información
(redes, herramientas inteligentes de búsqueda, herramientas para el desarrollo en
Internet, intranets) proporcionarían la infraestructura básica para la gestión del
conocimiento.
Se podría entender el concepto de "Gestión del
Conocimiento" como un conjunto de actividades y prácticas orientadas a la
adquisición más eficiente de la habilidad asociada a ese conocimiento y su correcta
utilización, con el objetivo de obtener los mejores resultados en el desarrollo de las
actividades de una determinada organización.
Cuando se habla de "conocimiento", interesa distinguir
este concepto de lo que se puede entender por "información". Así, el término
información alude a cualquier expresión verbal, numérica, gráfica o de otro tipo que
posee un significado determinado dentro de un contexto concreto, y cuyo último objetivo
es comunicar algo. En cambio el "conocimiento" se podría definir como la
capacidad para actuar, en base al uso de una cierta información, y como consecuencia de
la capacidad de comprender e interpretar la naturaleza de algo y la aplicación de ciertas
habilidades o capacidades complementarias. En este sentido, únicamente se puede hablar de
aprendizaje cuando hemos interiorizado la información nueva a nuestras estructuras
mentales, adquiriendo con ello nuevos conocimientos. El acceso a la información es una
condición necesaria, pero no suficiente para que se produzca el conocimiento, esto es
para que se aprenda.
En la Sociedad de la Información, por tanto, el aprendizaje será
la base que permitirá el desarrollo y el progreso de las sociedades, por lo que las
políticas educativas que favorezcan sistemas de formación permanente tendrán un papel
crucial, y deberán atender a la igualdad de oportunidades de los diferentes sectores
poblacionales, atendiendo principalmente a los más desfavorecidos socialmente. En la
situación actual existe la necesidad de facilitar el acceso a Internet a toda la
población, independientemente de su género y situación económica, por ello, resulta
especialmente importante que dentro de los sistemas educativos públicos se posibilite
tanto el aprendizaje, como la formación, «en» y «con» las Tecnologías de la
Información y la Comunicación.